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Diario de sesiones. Acta.

Estos días pasados hemos celebrado una reunión, una xuntanza, un cónclave, al que estaban invitados todos los socios de viajes mayestáticos al mundo cercano. Asociación absurda sin ánimo alguno y dedicada a complicarse la vida con motos viejas por carreteras rotas. Una estupidez, lo sabemos, pero por lo menos nos gusta el churrasco. No como a otros. 

A la sede central acudieron Eusebio, Marisa, Dani, Eva y yo. Aunque nosotros ya estábamos, también acudimos, prestos a la llamada del deber. 

Desde el otro lado del mundo se conectó, a la hora convenida, con el fixer del este asiático, el conocedor supremo de las cosas chinas y estanes varios. Ricard pudo conectarse desde Yakarta para concretar matices y complicarnos las ideas. 

Y así entre viandas, caldos del país y vegueros, durante dos días de estricto cónclave, con la inestimable presencia y asesoramiento de un ilustre viajero que fue invitado al evento, se fueron planteando las diferentes alternativas para continuar viaje, perfilando una fecha aproximada de inicio, mayo 2024.

Se inició el debate sobre las posibilidades de salir de Kirguistán por la Karakhorum, rumbo a Pakistán, para entrar en la India por Lahore. Visitar el templo de Amristar, y Venarassi, su ciudad de los muertos a orillas del Ganges. Luego Nepal, para descansar de tanta gente haciendo el indio y poder limpiarnos sus escupitajos de betel (que manía tienen con eso, por Dios). Y ya desde Katmandú ver qué se hace. Allí está Juraj el conseguidor de transportes, lo que no es mala cosa. Es una opción.

En esta línea de tocar China surgió la posibilidad de cruzar hacia Mongolia y de ahí al lago Baikal y Vladivostok.

La opción China tiene el hándicap del coste obligado por las manías de los chinos y su burocracia. Hace falta un guía censor chino, matricular la moto en China, sacar un carnet de conducir chino, pagar una tasa infame china. Solo ese tramo corto hacia Pakistán sale, sin gastos extras ni alojamiento, a unos 1400-1500€ por persona. Eso hace que el trayecto chino hacia Mongolia sea inviable económicamente. El trayecto hacia la Karakhorum es más accesible pero es mucho dinero para pasar de refilón tres días por China con anteojeras (*) equinas sin poder ver lo que quieres. La opción China corta queda como opción de reserva.

 

Se viró cerebralmente y «en compló» (Hermano Tojeiro siempre en nuestro recuerdo), hacia la ponencia:

“¿Que pasa con Mongolia y Rusia? ¿Y si, si?”. 

Saliendo de Biskhek o Astaná se puede huir tácticamente hacia el norte para alcanzar Mongolia cruzando la cordillera de Altaïr, previo corto paso por Rusia. Avanzar por las estepas de Mongolia hasta Ulán Bator y volver a Rusia, hacia el lago Baykal. El lago Baykal bien merece una visita y un chapuzón furtivo. Finalmente salir de Rusia por Vladivostok. El viaje así se alarga y no todos los reverendos disponen de tiempo suficiente para hacer un viaje pausado eligiendo esta ruta. 

Esto nos obligó a exprimir las meninges para hallar el modo de acortar días. Y he aquí que en Ulan-Ude tenemos estación del Transiberiano. Podemos cargar las motos, subirnos al tren y dirigirnos a Vladivostok sobre railes, donde llegaríamos en tres escasos días para después coger un ferry hacia Corea del Sur, dejar las motos allí y volver a casa en aeroplano.

Ricard, fixer mayor del reino, nos proporcionó el contacto de Dasha, una rusa afincada en Seúl, experta conocedora del Transiberiano y que además puede guardar nuestras motos en Corea. Esa opción ha tomado fuerza y empieza a perfilarse. Se baraja una fecha de salida en mayo. Esto puede ser un problema por el frio de una primavera tardía, nada serio.

En cuanto a motos. La nuestra ya esta allí. Eusebio se ha agenciado una Fefa octogenaria que está adiestrando ahora, y Dani va a montar una GS 1150 a partir de unas piezas que tiene tiradas por el garaje, el proyecto de montaje esta esbozado. Se le ha encargado su materialización a Oscar, el que montó la cámara derretida de Turquía. Sí, es el mismo, todo controlado. Luego buscaremos un ingeniero que bendiga la moto y todo listo. 

Queda por resolver el envío de las motos hasta Biskhek o Astaná. Eusebio ha engañado a un colega para que se la acerque a Bakú y el iniciaría el viaje desde allí, nos encontraríamos en Astaná, pero no creo que le den los días (el tampoco lo cree, pero no lo dice). Otra opción seria engañar a otro colega más que se la acerque a Astaná o Biskhek. O eso o buscamos un transporte hacia esa zona. Es un punto aun por resolver. 

En conclusión: Ruta Kirguistán – Kazajistán – Rusia – Mongolia – Rusia – Corea en primer lugar, con uso y disfrute de las suites del transiberiano. Quedaría por concretar fechas y coordinar trenes de pasajeros y cargo de motos (son diferentes). Dasha se encargará de eso.

Resumiendo:

  • La ruta de la Karakhorum relegada como segunda opción.
  • Queda por matizar cómo llegan las motos de Eusebio y Dani hasta el teórico inicio del viaje.
  • Queda por revivir el Frankenstein de la Gs 1150.
  • Se ha cambiado el nombre de la cofradía a: «Mongoles y Baikales».
  • Fecha aproximada:  mayo / junio 2024.

Extiendo la presente acta del cónclave en Jalicia, como escribano prior. Conste y Certifico.-

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